Friday, September 9, 2011

A 24 horas

El ardor lumbar que producen las hormonas mensuales y un catarrillo mezquino no me pueden producir tanta preocupación. Mañana en Dorking será lluvioso, lo que quizás impida que podamos usar una de las piezas del vestuario planificado. Ya veré de que manera documentar el día. Aguien tendrá que tomar las fotos. Suerte y verdad! Allá vamos!

Saturday, September 3, 2011

Sábado 9.30 am

Después de haberme creído la idea de que vivía absolutamente sola en esta isla, en el kilómetro 4 aparecen las primeras criaturas humanas. Dos madres, aseguro que eran primerizas a juzgar por la sonrisa angelical tan temprano en la mañana, con sus infantes cuyas miradas quedan fijas en mi, en mi paso rítmico y efímero.

Un nuevo kilómetro y a 20 metros delante de mí dos cervatillos al márgen del camino: "Mejor echamos un pié, es demasiado grande, es demasiado jadeante y es demasiado inoportuno." A lo cual el otro contesta: "De acuerdo." Y huyeron de mi adentrándose en el bosque colindante. Casi les di las gracias pues no teniendo la cámara conmigo habría sido extremadamente frustrante tenerlos cerca.

Otra sonrisa jóven a pie y una sonrisa anciana con gorra en bicicleta. Una vecina paseaba al perro, que por demás se llama Yoyo. Ninguno de los dos me sonrió, pues ella hablaba por el móvil y él comía yerba.

En 8.5 km. Más todos los cuervos, urracas, gaviotas y las últimas golondrinas que siempre andan por estos lares. Los árboles se doblegan al otoño, mostrando sus primeras señales de cansancio después de un verano tan corto. El mar hoy acariciaba espasmódicamente la arena vestida de algas negras. Que soledad tan armónica, pensé.

El domingo que viene estaré corriendo a través de un camino desconocido. En vez de mar habrán viñedos y la soledad quedará rota por cientos de otros que como yo, intentan derrotar la agonía del cansancio y el paso del tiempo.

Mis kilómetros por esta isla son todoterreno. Tengo asfalto, roca de costa, sube-baja-dobla-frena, arena, gravilla, césped y tierra o fango cuando, como hoy, llueve.

Sunday, August 14, 2011

Pienso cada paso

Después de la carrera de ayer, donde la primera hora se fue rápida y la segunda no quería pasar, ando reconvaleciente. Cada músculo y articulación piensa antes de hacer un movimiento y mi andar comprende un sentimiento anciano, prisionero, estancado.

Las líneas son rectas hacia la cocina, o la sala, nada de curvas ni mariposeos.
Lo necesario será lo real.
Cruzando los dedos, mañana seré libre otra vez.

Saturday, August 13, 2011

Desde entonces hasta ahora

31 de julio - corto express- 35 min, 5 km
2 de agosto - 14.71 km, 1 hora 53 min.
4 de agosto - 8 km, 55 min.
9 de agosto - 8.75 km, 1 hora 01 min
13 de agosto - 16.8 km, 2 horas 11 min!!!

Las hormonas me liberaron el 13 de agosto y las toneladas que cargaba en cada pie durante estos días pareció desaparecer durante toda la primera hora de carrera. Siempre pasa que a partir de la hora y media el cuerpo va diciendo que ya basta. Cuando pienso en el ya tan llevado y traído consejo de que "tienes que escuchar a tu cuerpo", pienso también en cuándo va el cuerpo a escucharme a mí. Porque yo también, igual que mi cuerpo tengo mis deseos y mis metas.

Cuando hace viento el campo de centeno hace olas igualito que el mar. Pronto estarán listas las patatas, el centeno, el trigo, y los campos se vaciarán para esperar la próxima temporada. Y caerán las lluvias frías y vendrán los días más oscuros. Por eso ahora me satisface correr abrazada al viento que trata de impedirme el paso porque el sol calienta y hoy no llueve.

Hoy aproximadamente en el km 5 tropecé con una estrella. Seguí de largo por unos segundos hasta que comprendí que aunque estaba cerca del mar, no es nada común encontrar estrellas de mar en ese camino que recorro tan a menudo. Regresé para tomar la foto y quise creer que era una señal de buena suerte.

Casi nunca regreso por el mismo camino, pero hoy lo hice, no buscando la estrella sino intentando correr los kilómetros planificados. La estrella ya no estaba o al menos no la vi. Y no lo tomé como señal de nada.

Saturday, July 30, 2011

Ya lo dije anteriormente. Si pudiera captar las imágenes que veo con los colores y sus olores, me dedicaría sólo a eso. Les mostraría las bandadas de gorriones que esperando en medio del camino, sin propósito facilmente visible, levantan el vuelo al unísono y se posan en el árbol más cercano. Si fueran rojos o plateados y fuera diciembre parecería un árbol decorado para navidad.

Camino a casa encuentro las "esculturas" de los agricultores y las flores silvestres en el márgen de la senda 

Estos veleros me recuerdan que la regata de veleros de mástiles altos acontece ahora y muchos de estos barcos estan ahora en el centro de Stavanger.  

30 de julio - 8,62 km en 62 min.


Perdidos en el vasto espacio me eligen a mí

40min. = 6,38 km

Algo típico del verano es cuando una serie de insectos voladores, entre ellos guasasas o mosquitos traviesos se empecinan en entrar en tu boca cuando más necesitas del oxígeno, y en las bocanadas de aire que desesperadamente tragas vas ingiriendo alas y cuerpos perdidos. Otros prefieren el brillo de los ojos.